martes, 17 de julio de 2012

MARIANA Y RAMÓN, por Basilio San Paloma.

Mariana y Ramón se compraron una radio.
La pusieron en el cuarto.
Cuando fueron a enchufarla el cable no llegaba hasta el enchufe que está atrás de la cama.
Ramon dijo:
- Vamos a tener que comprar un alargue…
Mariana y Ramòn fueron a la ferreterìa y compraron un alargue.
-         Què divino… me voy a poder secar el pelo en el cuarto…
-         Y yo al mismo tiempo voy a poder usar el taladro…
-         Y yo al mismo tiempo voy a poder cargar el celu…
-         Y yo al mismo tiempo voy a poder poner ropa a lavar…
-         Y yo al mismo tiempo voy a poder prender el horno…
-         Y yo al mismo tiempo voy a poder prender la portátil y leer…
-         Y yo al mismo tiempo voy a poder usar el pirograbador…
-         Y yo al mismo tiempo voy a poder tener la estufa prendida…
-         Si…què buena compra, no??…………………  mirá si tuviéramos dos…
-      Fa, dejá… ni lo digas…
-      Dale, Mariana… vamos a llevar otro… no me das otro?... le dijo al de la ferretería…
Mariana y Ramón se fueron todo el camino hablando de todo lo que iban a usar al mismo tiempo… cuando llegaron a la casa pusieron los dos alargues… uno en el cuarto y otro que salía de ese mismo alargue hasta el living…
Al día siguiente, Mariana se despertó de golpe exaltada… la radio, la tele, el secador de pelo… todo al mismo tiempo… Ramón se reía… en el mismo alargue la tostadora, la juguera la cafetera:
- Buen día, mi amor…el desayuno está pronto, dijo él y le arrimó una bandeja con jugo de naranja, café y tostadas…
A Mariana no le gustó mucho, pero le pareció gracioso… se rió…
Él le dijo:
-          Necesitamos otros dos…
-          Dos qué?
-          Dos alargues más… uno para el patio de adelante y otro para el patio de atrás…
Al rato, Mariana y Ramón volvieron a la ferretería y compraron 2 alargues más…
-          Ahora sí que voy a poder prender la compu en el patio…
-          Y yo al mismo tiempo voy a alumbrar el asado cuando haga de noche…
-          Y yo al mismo tiempo voy a poder leer en el murito…
-          Y yo al mismo tiempo voy a poder…
-          Basta!... basta!
-          Qué pasó?... dijo él…
-          No creo que esto sea bueno…
-          Qué cosa?
-          Lo de los alargues…
-          Por?
-          No se… vos dirás que pavada, pero tengo miedo de que nos guste mucho y después no poder dejar…
-          Bueno, mirá… si no querés bajate de este tren, pero yo sigo… queda mucho por hacer, sabés?, queda mucho por conectar y usar… queda mucho por hacer al mismo tiempo, queda mucho… y yo quiero llegar lejos… bien lejos… y empezó a caminar adelante…
-          Nabo… sos un flor de nabo… dijo ella… lo pasó y entró a la casa re chupada…
Ramón dedicó cada día un poco más a conectar alargues y llenarle los enchufes con aparatos eléctricos… fue comprando más alargues y agregando portátiles, cargadores de celulares sin celular, juguetes, electrodomésticos rotos… no podía parar y no podía dejar ni un enchufe vacío… y cuando se llenaban les agregaba otro alargue…
Así fueron los siguientes 2 años…
Hasta que Mariana no aguantó más y un día entre el bullicio de los artefactos prendidos, la exagerada luz de las bombitas, y el poco espacio para caminar entre los objetos y los cables se desplazó hasta el contador…….. y bajó la llave general…
El silencio se adueñó del momento…
Pasaron unos segundos y todo comenzó a prenderse de nuevo…
Mariana sintió un ruido a motor… siguió los cables y vió que todo venía del galpón… cuando llegó al galpón … un generador enorme con un ruido estruendoso temblaba en el medio como un suplente que le toca entrar… intenso, concentrado…
Mariana corrió hasta el living donde Ramón, tirado en el suelo y enredado entre los cables le dijo:
-          Sabía que algún día ibas a intentarlo…
-          Ramón, basta…. Esto te va a terminar matando…
-          Dejame…. Dejame… Salvate vos… yo ya estoy del otro lado… solo puedo hacerte mal… alejate de mi…
Mariana se fue corriendo de la casa a buscar ayuda… al rato volvió con dos amigos de Ramón… y todo estaba apagado… y Ramón ya no estaba…
-          Seguro está en la ferretería comprando más alargues…
Los tres salieron rápido y ya desde lejos vieron lo que tanto temían… Ramón estaba tirado en la vereda con un alargue envuelto, sin usar en la mano… el hombre de la ferretería con la puerta cerrada dio vuelta el cartelito de ABIERTO y puso CERRADO… cuando lo miraron algo les llamó la atención arriba… eran unos championes colgando de los cables de luz…